Y entonces te reíste del mundo, te reiste de quien te quiso ver tropezar, de quien lo intento con saña, incluso hasta del que lo consiguió. Te reiste de la envidia y de las trabas, de la inconsciencia, de la codicia y del engaño hasta casi compadecerte. No estrechaste aquella mano por no sentirte iluso, y porque era más sano protegerse de lo que causa mucho frío, pero casi hasta olvidaste. Olvidaste que la mezquindad solo habita en los corazones de los que lo sienten, y que les atrae casi de inmediato hacia quienes brillan, como el mosquito a la luz.
Pero aprendiste que nada puede hacer tambalear un cimiento firme, algo construido sobre muros de verdad y de buena intención porque lo que es invisible a los ojos tarde o temprano acaba saliendo por algún otro lado, y cada cosa se pone en el sitio que le corresponde; en un lugar que determina la vida que estás llevando, lo que eres y lo que vas a ser. Y solo en la soledad de tu almohada, cuando callan las palabras y nadie escucha, cuando se encuentra ante su verdad, es cuando uno sabe realmente cuan grande o pequeña es su dicha
De los errores se aprende no? siempre hay que sacar el lado positivo de todas las situaciones tanto de las buenas como de las malas...
ResponderEliminary nadie mejor que uno mismo para ser autocrítico :)
Me ha encantado!
ResponderEliminar'Y solo en la soledad de tu almohada, cuando callan las palabras y nadie escucha, cuando se encuentra ante su verdad, es cuando uno sabe realmente cuan grande o pequeña es su dicha.'
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo pequeño Denny Sucko, o como dice el refranero popular: 'A cada cerdo le llega su San Martín' que me he levantado yo hoy así como tradicional.
N
Eres una persona genial ..
ResponderEliminarno dejo de admirarte por como escribes ..
un besazo enorme guapisimo
perdona que soy sansia/amaia la de arriba..
ResponderEliminarcuidate y feliz finde semana