Aún estoy allí, frente al mar, en calma tan lejos y cerca de todo sin necesitar nada más que lo que me rodea. Me regodeo en esta larga resaca, de la que me voy despertando lentamente como en uno de esos sueños buenos. Eso solo lo consiguen las grandes historias, las que formamos en cada reencuentro. Las que hace de un siempre algo más que una palabra repetida, eso y algo más es lo que me traigo a esta ciudad. Vivir en la distancia es más de lo que suena, y es que hay cosas que siempre se sienten en uno. Y eso es lo que nos hace que nunca estemos solos, porque nunca lo hemos estado y nunca lo estaremos. La soledad no habita en los corazones de los que quieren, ese es lo único.
8 de mayo de 2009
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Espero que te vayas sintiendo mejor..
ResponderEliminarel mar es el mejor calmante para los momentos dificiles y el acompañamiento de los que te quieren la mejor medicina para sentirse bien.
Aqui estoy como siempre leyendote y admirando tus palabras, tus frases, e intentando asimiliar poco a poco.. el duro golpe que la vida te da sin saber porque...
Muchos besos preciosura
sansia
Tampoco nos dejariamos sentirnos solos en ese caso. Puedo imaginarme dentro de muchos años en ese mismo lugar a vuestro lado.
ResponderEliminarTe quiero. Sara
da igual cuan grande sea el mundo.siempre se kedara chikito cuando miremos al mar, balo la sombra del faro
ResponderEliminarlander